Al varón justo y tenaz en sus propósitos,
ni el acaloramiento de los ciudadanos,
esos que deciden insensatos,
ni el semblante hostil de un tirano
le perturban su firmeza de ánimo, ...
ni el Austro, turbulento señor del inquieto Adriático,
y tampoco la mano fulminante del gran Júpiter.
ni el acaloramiento de los ciudadanos,
esos que deciden insensatos,
ni el semblante hostil de un tirano
le perturban su firmeza de ánimo, ...
ni el Austro, turbulento señor del inquieto Adriático,
y tampoco la mano fulminante del gran Júpiter.
Aunque sobre él se desmoronara el orbe,
hecho pedazos;
lo sepultarán sus ruinas,
mas permanecerá impávido.
hecho pedazos;
lo sepultarán sus ruinas,
mas permanecerá impávido.
Traducción de Manuel Fernández Espinosa
nec fulminantis magna manus Iovis:
Si fractus inlabatur orbis,
impavidum ferient ruinae.
Horacio