Olhando o Guadiana eu já vejo como é que ele desagua no Atlântico. Meu Deus! Adorável beleza num só momento. Calma! A história faz-se com Deus; cuja divina mão coloca sobre a portuguesa alma;
a alma dos marinheiros que, com templária cruz, capinaram a grandeza da água. Duas cruzes: O sangue vermelho e a brancura da inocência. Duas cruzes, mas na verdade, fazem-se uma: Uma cruz portuguesa; cruz para a esfera armilar; cruz para a majestade do Espírito Santo espalhado pelo mundo; o mundo que foi descoberto na sua imensidade graças à valente perícia daqueles filhos do ocidente ibérico que se lançaram românticos à realidade.
Portugal é em si mesmo um mundo. É a canção triste dum povo alegre; o jasmim de uma infância reaparecida; a lembrança que nunca se cansa de inspirar na alma que está sempre a ser batida... O sentimento da realidade, a luz da escuridão; Portugal: A tua identidade é o esplendor da minha vida. Adopta-me como filho. Não me deixes nunca. Eu nunca te deixarei. Portugal! Tu és a saudade minha!
Tañe la muerte costillera el cuerno, Sus pellejos dedos blanden guadaña, Y el sudario, envuelto en la telaraña, Con la carne putrescente es el terno.
Cunde la arena, escurriendo al averno Las horas cinéreas que el vivo araña. Disfraz es todo, mas mortaja no engaña: Conque te vestirán para traje eviterno.
A la hora que le llegó se extrañaba: "Bella fui, por mí bebían los vientos, Y al verme soy todo vermes... soñaba".
"En áureas bandejas, festines opulentos" -Añoraba el rico que a chorros se bañaba En su ataúd con sus fluidos purulentos.
MORS CERTA, VITA INCERTA
Fruto podrido, en aquella enhoramala, Cuando demagoga la sierpe tentadora, Zalamera, sedujo a quien a Dios adora, Eres: muerte inmunda envuelta en gala.
Con mil aguijones la polizona iguala Al rico y al pobre; siempre matadora
Divide y quita; del silencio dadora Enmudece al que execra como alaba.
Primogénita del padre de la mentira, Al favor del ángel enemigo y perverso La muerte encoje y la vida nos tira.
De sus estragos, amigo, los ojos retira, Que, siendo prole de aquel suelto verso, Nos aterra y daña cual hija de Mentira.
Crujen ya como tablas sus costillas, Las quijadas trae ahora desencajadas, Rumia su derrota, la que a horcajadas Cabalgó sobre las humanas rodillas.
Aquella que las vidas hacía astillas Y al humano género daba tantas tajadas Ya mohína quedó y derrotada; y, ajadas, Sus mortales tablas son rotas tablillas.
¿Dónde tu aguijón, mortal avispa, ahora? ¿Qué se hizo de la ponzoña que eyaculas Para separarnos, afanosa hostigadora?
De Dios encontramos la mano vengadora: Y a su triunfo, vencida, yerma ya reculas, Ante Cristo mismo en la Cruz triunfadora.
O aroma e o sabor dum gostoso café brasileiro, de repente, me deslocou, num dia marinheiro, achando-se, assim, Portugal, na minha alma de nevoeiro.
Eu cheirava e gostava daquele líquido, preto e lindo, enquanto a saudade começava a bater, e meu rosto, não sei se chorando ou rindo, mudou, acreditando na sensação de ficar um sonho atingindo.
Um sonho de português nome, um sonho de portuguesa certeza, um sonho de lusa formosura... Nossa Senhora! Como a beleza daquele café gostoso me levou à minha sonhadora natureza!
Como o café pode inspirar tanto! Ai, aquele cafezinho da saudade... Quando mais novo, cruzava a fronteira, e sentia esse sabor de verdade, às vezes do Brasil, às vezes da Angola... Tendo a certeza da portuguesa realidade!
Mas hoje já é tudo igual, e penso que cada vez pior! Por isso, com o café de meus amigos brasileiros sinto aquela flor, que foi levada pelo vento do tempo, ficando na verdade, uma grande dor.
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo,
no puedo venir más lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Él dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
«Sólo sé que no sé nada»,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los estraños,
y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Todos andan bien vestidos,
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
y algunos, inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud y filosofía
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros,
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo!
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.
Fea pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos;
ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
Con esta envidia que digo,
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Lope de Vega
Mocedades hizo una adaptación incompleta del poema de Lope de Vega:
Aquí yace, aquí duerme, el varón más valiente Que calzó espuelas, cabalgó y blandió espada; Perennes son los laureles de la victoria alada Para quien bravo combatió con acero ardiente.
Nieto de Emperadores y Reyes; nunca miente La sangre esclarecida de Habsburgo amada; Progenitor tuvo en el de Yuste y ayo en Quijada, Hermano en El Escorial y toda España lo siente.
En las Alpujarras imperó invicta su espada Estragando al morisco que ponía espanto, Purgandoy dando pazal Reino de Granada.
Pero si se le recuerda y se agradece -y no tanto Como se debe- es por aquella gloriosa jornada Cuandola Liga Santa con Juan venció en Lepanto.
Imagen de commons.wikimedia.org CANTO ANDALUZ Blasones de reinos, de castillos y leones, por San Fernando Tercero, como espejo de honores.
Los Reyes Católicos, y la flor de Granada, completando los frutos, del gran sur de España.
¡Oh, tierra de playas y olivos! ¡Oh, tierra de pinos y montes! De Tartessos a América coronas radiante un histórico horizonte.
¡Oh, tierra pasional y orgullosa! Tierra pastoril y comerciante; las llaves de Gibraltar te pertenecen, la pintura se te rinde exultante.
Tus encaladas casas, tus piedras, azulejos y ladrillos, tus ermitas y tus catedrales; todo en ti es muy bonito.
¡Oh, tierra de arcos y patios! ¡Oh, tierra de tejas y persianas! ¡Tierra de deleitosa repostería! ¡Tierra de chacina soberana!
¡Oh, tierra de emperadores y de imperio! ¡Oh, pueblo de guitarra y de poesía! Espadas, gaitas y tamboriles, Cuaresma, Espíritu Santo, romerías.
¡Oh Andalucía, mi tierra, bañada por la alegría del sol, henchida por el sabor del vino, maestra del buen corazón!
Tierra hospitalaria y generosa, tus amplias ventanas te delatan, tus torres campanean con estilo, tus cuevas conservan tu alma.
Clásica, mudéjar, gótica, barroca… Sabores antiguos y aires nuevos; inspiradora, original, dicharachera, sempiterna fábrica de sueños.
¡Tierra del toro bravo y el caballo artista! ¡Oh, tierra de mujeres agraciadas! ¡Mitos que se confunden con la realidad, volando sobre un tiempo que no pasa!
¡Oh, tierra mariana y creativa, por ti mi canto agradecido! ¡Viva Andalucía, quintaesencia española! ¡Vivan los andaluces verdaderos y altivos!
De la mar y de la tierra conquistadores: Recia raza que rechaza lo que se le opone, La sangre derramó para que el honor abone El mundo pretérito y los futuros generadores.
Así te hizo Dios, España, Madre de Señores, Para que toda estirpe a Dios acate y corone: Con verbo dúctil o con la espada que impone Hoy te invocamos ante tumbas con fulgores.
Repletos de asco por el veneno que cunde Por tus venas, por tus almas, por tus calles... Nos conjuramos a crecer en furores centrales:
Desde los invisibles fondos donde se hunde La raíz de la sangre, a través de los valles Y en la cima montañesa, aras eres ancestrales.
¡Oh, vate de Orihuela! Que tus rotundos versos me inspiren para cantar al toro bravo de España, al animal de piedra y bronce que tú cantaste, con talante de arrullo de pastor y guerrero indomable.
¡Hijo del Mediterráneo con sabor de interior! Tu talento invoco en estas aciagas horas, en este amargo trance ante el dizque animalismo, que con dineros propios y ajenos se expande.
¡Poeta del sino sangriento y de las nanas de la cebolla! El toro de lidia ha de salvarse. Ha de acudir a su historia, a su esencia. Ha de acudir a quien lo valoró a través de versos. Trueno y torbellino es su figura rampante.
¡Rayo que no cesa! Ha de erguirse tu nombre junto a la maravilla de nuestro atavismo. La esgrima vibra por el legado de tus palabras. Hay que revolverse. La naturaleza nos llama a un ibérico alarde.
¡Poeta de los vientos del pueblo! Yo quisiera tener la musculosa soberbia del lomo del toro. Yo quisiera tener ese arranque, ese riesgo, esa certeza defensiva y ofensiva inabarcable.
¡Bardo del toro bravo de España! Dame cada rincón de la fuerza de los campos que recorriste. Dime cómo ha de cantar el viento. Dime cómo se rebelan los terrones. ¡Dime cómo la garganta ruge con ferocidad amable!
¡Oh, Miguel Hernández, yo siento que me sobra el corazón! Y como el toro, quiero tirar para adelante siendo libre, y pelear hasta morir. ¡Inspírame siempre, maestro, con son de falkata! ¡Sea cada palabra un ibérico sable!
ESCUELA DE AVISADOS Sueña la moza, entra harpía y vana, Que su lozanía durará toda la vida, Mas rauda vejez le gana la partida Y torna en añeja su vagina lozana.
Hizo de necia sin ser virginal Ana, Juró Eloísa las promesas que olvida, Huyó Inés y, a la postre, terminó cogida Y fingió ser santa la puta más liviana.
Esta linda cara que hoy ves es jeta En la que hasta los ojos son mentira: Que, en vez de ver mundo, ella se mira.
Y, al fin, fue el sino de toda coqueta Fementir la amistad que pronto la retira: Pues ni con sus primores ella expira.
A la luz alba que regresa Por la raya que define La lontananza tan presa Sin borde que la esquine.
Rompe y se asoma por levante: En senos de lumbre retornan Tropeles de luz adelante Que las sombras entornan.
El sol formidable avanza Devorando el nocturno manto, Con sus flechas y su lanza Rompe la noche y su encanto.
Señalan las olas solares Las formas de sólida hechura Que la noche y sus telares Liquidaron en su anchura.
Las vanguardias matinales Bordean los frutos mundanos, Y los astros aquí terminales Seguirán alumbrando lejanos.
Como un grimorio es la vida: Oculta la noche con sigilo Las mil formas mundanales, Todas envueltas en negro hilo. Y a toda hora, en cada momento Somos y estamos siempre en vilo Y se nos encubre el firmamento.
Solo en nuestra sidérea alma, Como un espejo bruñido, Reverbera a veces y en tramos La luz sin fin que invocamos Desde los profundos del abismo.
El "Cantor del Bosque Alemán", así es conocido Eichendorff en el ámbito de la lengua alemana. Nació Joseph Karl Benedikt Barón von Eichendorff en el castillo de Lubowitz (Alta Silesia) el 10 de marzo de 1788, en el seno de una familia de alta alcurnia: su padre era un oficial prusiano al servicio del príncipe Adolf Theodor Rudolf y la madre de nuestro poeta era la Princesa Karoline von Kloch.
Frecuentó los círculos románticos alemanes que bullían durante el siglo XIX en tertulias, revistas, grupos más o menos públicos, empeñados en revivir las tradiciones germánicas frente a la agresión de la revolución liberal que había inundado Europa de sangre, al paso de las tropas napoleónicas: Eichendorff combatió a las hordas napoleónicas como oficial del ejército prusiano. Eichendorff fue amigo de Joseph von Görres, el gran estudioso de la mística, autor de "Die Christliche Mystik" (todavía sin traducir al castellano), de Achim von Arnim y del gran lírico Clemens von Brentano, también amanuense de la mística y visionaria Ana Catalina Emmerick. En Viena, Eichendorff colaboró con el círculo de los hermanos Schlegel.
Autor de novelas, teatro, relatos (como "La estatua de mármol") y de una dilatada obra lírica, el Barón von Eichendorff falleció en Neisse, el 26 de noviembre de 1857.
A LA NOCHE YA MURMURA EL BOSQUE
Traducción del alemán al castellano:
Manuel Fernández Espinosa
A la noche ya murmura el bosque
Desde los fundamentos más hondos
Allí deberá el Señor luego, pronto
Encender los luceros.
Cuán silenciosas las gargantas están,
A la noche sólo murmura el bosque.
Todo va a su descanso,
El bosque y el mundo se desvanecen,
Temblando, pone oído el caminante
Que de su casa está anhelante.
Aquí en el apacible cobijo de la floresta,
Corazón, tú también al fin te vas a descansar.
ABENDLICH SCHON RAUSCHT DER WALD
Abendlich schon rauscht der Wald
Aus den tiefsten Gründen,
Droben wird der Herr nun bald
An die Sternlein zünden.
Wie so stille in den Schlünden,
Abendlich nur rauscht der Wald.
Alles geht zu seiner Ruh.
Wald und Welt verbrausen,
Schauernd hört der Wandrer zu,
Sehnt sich tief nach Hause.
Hier in Waldes grüner Klause,
Herz, geh endlich auch zur Ruh.
Aprovechamos para invitar a escuchar esta pieza del grupo alemán Orplid, inspirada en este bello poema del más puro romanticismo alemán.
https://pbs.twimg.com/media/CmQvQ2tVMAECHJD.jpg A MORANTE DE LA PUEBLA Al gran torero de La Puebla del Río que muchos años ha obsequió una foto a mi abuelo materno, Juan José Ruiz Falla QEPD, cuyo apodo era “Morante”.
Los romanos hablaron de Betis, los moros, de Wadi al Kabir; sea como fuere esa es tu ribera, ese es tu sitio, ese es tu porvenir.
Maestro de laboriosa clase, que sabe innovar por la tradición, respetando el legado de los mayores, siempre hacia un futuro pundonor.
Semblante de aires bohemios, auscultando artísticas esencias. Discípulo de Belmonte; algún día, un Valle-Inclán, con excelencia
escribirá tus páginas doradas, reflejando la realidad de un grande: ¡Morante! ¡De La Puebla al cielo! ¡Morante! ¡Morante! ¡Morante!
Torea como crees y sabes, emociona con tu estético talento. ¡Morante! Genio y figura de categoría, honor y esmero.
Rolf Schilling nació el 11 de abril de 1950 en Nordhausen am Harz y es uno de los poetas más interesantes del panorama poético contemporáneo en lengua alemana. En vida fue amigo de Ernst Jünger que elogió su obra poética. Invitamos a visitar su página de autor: Der Dichter Rolf Schilling
Traducción al español: Manuel Fernández Espinosa
TOMA LO QUE DAN LOS DIOSES Deja que el cielo te dé regalos, Al pasar el halcón La niebla se desvanecerá.
Deja que los divinossímbolos encuentren su camino en tu mirada: Si la partida se repite, ¿Puedes imaginarlo sin castigo?
Sí que se puede pagar a las víctimas, tejiendo guirnaldas, forjando coronas, Pero lo que los dioses quieren, Sigue sin decidirse en la última tanda.
Pues que las señales que damos, Sólo son astilla de sus juegos En la orilla: nos vamos pronto. Hitos del camino, sin ninguna meta.
POEMA ORIGINAL EN ALEMÁN
NIMM, WAS DIR DIE GÖTTER GEBEN, Laß vom Himmel dich beschenken, Wenn die Sperber dich umschweben, Werden sich die Nebel senken.
Laß die göttlichen Symbole Eingang in dein Schauen finden: Ob das Spiel sich wiederhole, Kannst du ahnden, nicht ergründen.
Sicher kannst du Opfer zollen, Kränze flechten, Kronen schmieden, Aber was die Götter wollen, Bleibt im Letzten unentschieden.
Denn die Zeichen, die wir fassen, Sind nur Splitter ihrer Spiele, Ufer, die wir bald verlassen, Wegemarken, keine Ziele.
En el día de Luís de Camões, nuestro homenaje al poeta y a la Lengua Portuguesa.
Traducción de Manuel Fernández Espinosa
TODA LA GENTE ME TOMA POR PERDIDO
Toda la gente me toma por perdido Viéndome tan entregado a mi cuidado, Andar siempre de los hombres apartado Y de los tratos humanos me olvido.
Pero yo, que el mundo he conocido, Y casi dobladamente lo he pateado, Tengo por vil, rústico, engañado A quien mi mal no ha engrandecido.
Se va revolviendo tierra, mar y viento, Busque riquezas, honras a otra gente, Venciendo hierro, fuego, frío y calma;
Que yo sólo en humildad me contento Por siempre traer labrado eternamente Vuestro hermoso gesto dentro de mi alma.
SONETO ORIGINAL EN PORTUGUÉS Julga-me a gente toda por perdido, Vendo-me tão entregue a meu cuidado, Andar sempre dos homens apartado E dos tratos humanos esquecido.
Mas eu, que tenho o mundo conhecido, E quase que sobre ele ando dobrado, Tenho por baixo, rústico, enganado Quem não é com meu mal engrandecido.
Vá revolvendo a terra, o mar e o vento, Busque riquezas, honras a outra gente, Vencendo ferro, fogo, frio e calma;
Que eu só em humilde estado me contento De trazer esculpido eternamente Vosso fermoso gesto dentro na alma.
Ábranse los mares por España,
como en verdad es costumbre,
con anfibios, centauros e infantes,
estandartes de reciedumbre.
Del Estrecho de nuestros desvelos,
las dos orillas se reúnen.
La guerra harto desgasta,
mas ya no hay incertidumbre.
Comanda el general Primo de Rivera,
como ayer comandaron bravos catalanes;
gallegos, asturianos, andaluces y canarios,
recorren el continente con las lealtades
de lo mejor de la sangre amazigh,
que se alía con forzudas ansiedades.
El desembarco se hace carne
y sangre de una realidad potente.
Las olas arrullan como testigo,
ante el metal del aire contundente.
¡Y es España la que triunfa,
recuperando su orgullo ante la amargura!