SONETO A SANTIAGO,
PATRÓN DE LAS ESPAÑAS
Santiago ¡truena y que choque la España!
A la cabeza de tu hueste, hinca espuelas
a tu blanco caballo y, tras sus secuelas,
rujan tambores de guerra y olifante taña.
Blande el relámpago gladífero y acompaña
a tus leales, pues tú no corres, vuelas
y en letal y célica caballería consuelas
a las peonadas batallantes en la hazaña.
a tus leales, pues tú no corres, vuelas
y en letal y célica caballería consuelas
a las peonadas batallantes en la hazaña.
Señor Santiago, apóstol y cuchillo afilado
que cercena hordas del moro y del endriago
bendice a tu peregrino y sé nuestro aliado.
que cercena hordas del moro y del endriago
bendice a tu peregrino y sé nuestro aliado.
Señor Santiago, hoy, entre tu pueblo briago,
todavía queremos seguirte fieles a tu lado
para morir españoles gritando: ¡SANTIAGO!
todavía queremos seguirte fieles a tu lado
para morir españoles gritando: ¡SANTIAGO!
Manuel Fernández Espinosa
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